viernes, 31 de marzo de 2006

DUERMEVELA

Duermevela infernal.
Doy vueltas en la cama,
hay sudor, caen lágrimas.
Algunas noches
los demonios
se confabulan contra mí.
Hay madrugadas eternas con el alma en vilo.

La mañana deslumbra
mis ojos cansados, rojos.
Mi mirada exhausta
busca el sol,
suplica a los rayos que calienten mi alma.
Si respiro, todo va bien
-repito-.

Todo se calma,
me dejo llevar por la normalidad,
por los horarios,
las huelgas del metro.

Olvido pronto la noche oscura que
abre sus fauces para engullirme en la miseria.

1 comentario:

Anónimo dijo...

duerme y calla! Nada es lo suficientemente importante como para perder el sueño