domingo, 26 de febrero de 2012

Escena de restaurante: lección número seis

Niño se divierte correteando de la cocina al comedor y del comedor a la cocina mientras Padre y Madre terminan de cenar.

Ellos no se lo reprochan. Padre y Madre son íntimos de los dueños y para Niño aquel siempre ha sido su segundo hogar.

Carnaval ha terminado y en el restaurante hay varias máscaras para distraer a los pequeños y para que, como diría Serrat, dejen ya de joder con la pelota.

La camarera argentina le ofrece a Niño que escoja una de las máscaras para llevársela a casa. Niño duda entre un tigre y un orangután. Se encapricha con los dos y Padre le explica que en esta vida es preciso elegir.

Cuando Niño se decide por la máscara de tigre, Padre le sugiere:
-¿Y por qué no las dejamos todas aquí? Así podrás jugar con la que más te apetezca cada vez que volvamos.

Niño le mira y, convencido, le responde:
-Claro. Y además así todos los niños podremos jugar con todas las máscaras.

Entonces, envidié ser Niño. Envidié ser Padre. Y ser Madre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El sentido de la vida, aprender de todo y de todos??, precioso