miércoles, 3 de enero de 2007

Por quién doblan las campanas

Nadie es una isla, completo en sí mismo, cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra, si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti.
John Donne, "Meditación XVII", Devotions Upon Emergent Occasions, 1624

3 comentarios:

servidora dijo...

Lo mejor de esta teoría es que también doblan por mí las campanas cuando tocan a boda, a bautizo, a reunión de vecinos o a atención_que_vienen_los_piratas. Es lo bueno de pertenecer a una manada...

Vale, sí, me has pillado, ayer mi hija me hizo ver "Ice Age". Pero no te chives, por favor...

:-)

Catuxa dijo...

Las manadas pequeñas están bien, cuando estás triste son el mejor refugio. Y puestos a confesar, a mí me encantó Ice Age.

servidora dijo...

Mis labios están sellados ;-)